Las personas, por lo general, somos bien distraídas. No es algo nuevo, sin embargo el trabajar desde casa ha representado nuevos retos para mantenernos concentrados en nuestro trabajo. Labores del día a día en el hogar, cuidar los niños, ser su nuevo profesor en casa, la cocina, entre tantas otras cosas, representan distracciones que son difíciles de evadir. Según Nir Eyal, autor del libro “Indistractable, how to control your attention and choose your life”, ‘el hecho es que, durante estos tiempos, si no estás equipado para manejar las distracciones, tu cerebro va a ser manipulado por diversiones que nos hacen perder el tiempo’.

¿Cuánto más de nuestro trabajo podríamos hacer? ¿Qué tan productivos seríamos si nos decidimos a ser “indistraíbles”? Parece ser que el antídoto a sucumbir a nuestros impulsos de atender a otras distracciones y no enfocarnos en el trabajo es La Planificación.

En DAR Learning hemos dedica tiempo a estas preguntas, y queremos compartir nuestras reflexiones e ideas para ser más productivos, felices y completos. Por eso es que aquí van tres consejos:

1) Establece tus intenciones y metas con claridad

Al iniciar el día de trabajo, define claramente tus intenciones estableciendo tareas con significado. Se trata de trabajar intencionalmente y de manera consciente. A veces hacemos tareas que parecen importantes pero nos hacen procrastinar aquellas que realmente debemos hacer. Definir tus intenciones antes te permite evadir las tareas inútiles (o menos importantes) al menos hasta después de trabajar.

La “Regla de tres” es una estrategia de Chris Bailey, escritor de “The Productivity Project”; esta regla establece que al planificar tu día no elijas más de tres tareas realmente significativas, es decir, esas tareas que representan un real avance en tu trabajo y proyectos. Escribe esas tres tareas en la parte más importante de tu planificador, y al resto de las tareas otorgarles menor jerarquía (las escribes más chiquito debajo de las importantes). No te preocupes por esas “tareas menores” hasta tener las más importantes listas.

No trates de hacer más de una tarea a la vez, cuando vayas a dedicar tiempo de trabajo enfocado, dedícalo a solo a una.

2) Elimina las distracciones

El ambiente afecta nuestra productividad. Como dije antes, somos fáciles de distraer, por lo que definir rigurosamente nuestro espacio de trabajo dentro del hogar es vital. Así sea un escritorio dentro del cuarto, debe estar dispuesto para trabajar enfocadamente. Debes remover cualquier distracción potencial antes de empezar a trabajar por ejemplo: dejar el celular lejos del alcance de tus manos y vista. Y aquellas distracciones que no controlas, y que realmente debes atender, hazlo lo más rápido posible y vuelve a trabajar con enfoque.

Una estrategia para manejar la distracción que representan los mensajes y correos electrónicos es definir un horario fijo para chequearlos. Es contraintuitivo, y parece que estoy hablando de robots y no de personas, pero esto es algo que realmente puede ayudarte: definir 10 minutos cada hora para revisar el celular e ir directo a los mensajes y grupos de Whatsapp más importantes. Establecer horarios del día para los mensajes de amigos y familiares que quieren saber de nosotros, enviar fotos y compartir con personas importantes, es algo que debe estar definido en nuestros horarios del día, de otro modo pueden ser una distracción de nuestro trabajo. 

Con esto no quiero decir que le demos “tiempo residual” a nuestras relaciones importantes, todo lo contrario, debemos otorgarles tiempo de calidad, y eso no puede ser mientras estemos trabajando.

3) Reduce la fricción

Usualmente tenemos una resistencia mental a realizar tareas complejas y por esto tendemos a evadirlas con otras que pretenden ser igual de importantes. Esta reacción es normal y solo afecta al principio de tareas de este estilo. Por lo que debes reducir la fricción al principio de cada tarea. Divide cada tarea en otras más pequeñas, precisas y más fáciles de manejar. Hacer esto te permitirá avanzar ante la sensación abrumadora de una gran tarea por delante. Genera el compromiso de trabajar por periodos específicos de tiempo (alarmas ayudan o simplemente define el tiempo de cada tarea en tu calendario).

Recuerda por qué es importante ese trabajo, y sobre todo recuerda que eres capaz de realizarlo.